Una noche en el W de Barcelona

Hay cosas en la vida que ni siquiera te imaginas que puedan pasar. Tal como lo del hotel W.

Sí que fuimos para trabajar, con bastante angustia y ambición pero, esas 24h en el hotel W de Barcelona fueron un sueño hecho realidad.

Me acuerdo perfectamente de esta mañana de Abril 2014. Llegaba a Barcelona por segunda vez en mi vida.
Eran las 7 de la mañana. Lo único que me interesaba era llegar hasta el mar para poder respirar. Aprovechar que no este nadie para respirar aún más. Ponerme de pie después de tantas horas en el bus entre Lyon y aquí. Este momento quedará para siempre en mi mente. Fue algo muy intimo y particular y veía al W.
Hasta me puse a tomar un selfie con ello. Lo recuerdo como si fuera ayer.

Este hotel siempre me ha parecido inaccessible. Como otro mundo del cual no podía formar parte. Tan emblemático y majestuoso, tenía que ser increíble dormir allá. Si que lo es, increíble.

Lo que más me sorprendió fue ser despierta por la luz del día. Cortinas abiertas. No, fue este maldito despertador el que me sacó de mi sueño. Abrí los ojos. La ventana grande estaba al frente mío. Guilhem seguía durmiendo. Me puse en los codos para ver mejor y … miré. Contemplé.
Era algo estupendo ! No lo podía creer. El mar se encontraba justo aquí y me acordé todas la fotos que podía haber visto con este tipo de cuarto con vistas. Es un sueño hecho realidad !

Entre la vista y la comida, tampoco se lo que más me gustó. Que sea el desayuno (con baya de goji por favor !!) y el brunch Retox, todo estuvo delicioso (aún para una chica tan complicada que yo.)

Entonces eso, que vivan aquí en Barcelona o que vengan de paseo, vayan a inspirarse en el hotel W. Pueden entrar de manera totalmente libre, solo para ver. Comer o tomar algo y gozar de un ambiente algo especial.

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